How to Industrialize Bolivia?
- Pamela Quintanilla Cupe

- Mar 17, 2021
- 4 min read
Updated: Apr 25, 2021
Back to 2014, I have written this article trying to answer a question many Bolivians do to themselves. Although many things have changed and I would highlight this in my next feed. Many Bolivians still think about industrialization.
[English version]
Bolivia has vast natural resources, including hydrocarbons, minerals, agriculture, cattle raising, and more. While 60% of the Bolivian population belongs to the working class, the manufacturing sector only represents 7.5% of economic activity. Moreover, the industrialization level reaches only 16.5%.
Which are the key reasons to keep Bolivia behind when talking about industrialization? Three main limitations can be highlighted: 1) the lack of a solid and long-term investment policy, 2) export restrictions, and 3) limited qualified human resources.
The Bolivian industry, independently from its size, has no intentions to invest beyond the strictly necessary to survive. This situation is caused by all the limitations they have to become profitable. Moreover, day by day, they face the threat of nationalization. Likewise, they can be either taken or destroyed by their labor unions.
On the other hand, the labor regulation favors only workers, leaving aside qualified employees and the industry concerns regarding stability. Consequently, plenty of professionals seek opportunities outside Bolivia or end up commercializing some product.
Smuggling, informality, and price control also reduce the interest of investors. Most companies need to import part of their supplies, which means an additional cost that cannot compete with smuggled goods. Hence, in some cases, production costs can be barely covered. In addition to this, companies must deal with frequent strikes, elevating costs and reducing customer satisfaction.
Indeed, there is a need to develop long-term strategies to foment investments, considering aspects such as the reduced Bolivian market and the limited incomes of their population.
Then again, the human capital is a weakness of the Bolivian reality. However, there are plenty of universities and institutes that offer all kinds of courses. There is no tie between these institutions and the industry. Consequently, the industry problems cannot be adequately addressed.
Further, universities do not have agreements with international institutions, limiting their students their innovation capacity. Additionally, specialization courses are restricted to small groups able to pay the high costs.
For all these reasons, industrialization in Bolivia is not happening.
[Spanish version]
Bolivia tiene una inmensa riqueza natural, que incluye recursos hidrocarburíferos, minerales, agrícolas, ganaderos, forestales, entre otros; mientras que el porcentaje de su población en edad laboral supera el 60%. Sin embargo, bajo estas condiciones, las empresas manufactureras representan apenas el 7,59% de la actividad económica del país, y el nivel de industrialización llega sólo a 16,5%.
¿Qué ha limitado la industrialización en Bolivia? Se puede resaltar tres: 1) la falta de una política sólida y a largo plazo de fomento a la inversión privada; 2) las limitaciones para exportar, y 3) la falta de capital humano altamente calificado.
Las empresas manufactureras en Bolivia, sean pequeñas, medianas o grandes, no están dispuestas a invertir más que lo estrictamente necesario para subsistir, porque no tienen garantía de que su inversión será recuperada o si se les será permitido obtener una ganancia justa.
Día a día las industrias deben enfrentarse al riesgo de ser nacionalizadas o ser tomadas por sus sindicatos y, por tanto, perder todo lo invertido.
La Ley General del Trabajo, por su parte, es justa únicamente con el sector obrero, dejando de lado al resto de los empleados y, más aún, dejando de lado los intereses de las industrias.
Este aspecto a dado lugar a que se genere el mínimo de empleos y a que los profesionales más calificados decidan salir del país.
El contrabando, el alto grado de informalidad y la política de control de precios son otros aspectos que restringen la inversión privada. Las empresas industriales en general deben importar parte de sus insumos o materias primas para poder producir sus productos.
Sin embargo, a la hora de poner estos productos en el mercado, deben competir con productos similares de contrabando y, además, someterse a la política de control de precios establecida por el Gobierno, hecho que impide obtener una rentabilidad justa e, incluso, cubrir sus costos de producción.
Adicionalmente, muchas veces las industrias deben lidiar con paros o bloques, que sólo incrementan los costos de importación y reducen el nivel de satisfacción de los clientes.
Todos estos aspectos sacan a relucir la necesidad de que el Estado, junto al sector privado, diseñen políticas que abarquen leyes y acciones concretas para fomentar la inversión privada en el largo plazo.
Con un mercado de siete millones de habitantes (población en edad laboral y, por tanto, con cierto poder adquisitivo), y considerando el nivel de vida e ingresos de cada habitante, Bolivia se convierte en un mercado poco atractivo para productos de alto valor agregado, tales como la quinua o las fibras naturales de camélidos.
Así, las empresas dedicadas a la fabricación de productos de alto valor agregado deben apuntar a la exportación si quieren sobrevivir en el largo plazo. Sin embargo, la burocracia, los conflictos sociales, las restricciones a las exportaciones y la falta de apoyo (monetario, de relaciones, de acuerdos, etcétera) limitan considerablemente el desarrollo y crecimiento de las empresas manufactureras.
La falta de profesionales altamente calificados es otro de los desafíos que la industria
boliviana debe afrontar. Es normal escuchar con frecuencia que "x” o "y” empresa debe
traer técnicos de diferentes países del mundo para solucionar problemas de su línea
de producción, máquinas, entre otros.
Este hecho no es consecuencia de la falta de universidades o institutos técnicos, sino de la falta de vinculación que existe entre éstos y el sector industrial. Las universidades realizan anualmente un considerable número de investigaciones científicas; sin embargo, casi ninguna está orientada a resolver algún problema del sector industrial.
Por otra parte, un reducido número de profesionales tiene acceso a programas de especialización, no sólo en el extranjero, sino en el mismo país, y ésto no es consecuencia únicamente del aspecto económico, sino también de la oferta que existe.
Las universidades tienen muy pocos convenios con universidades del mundo.
Bajo el escenario descrito, el sector industrial manufacturero en Bolivia parece tener un futuro no muy prometedor, a pesar de tener ciertas condiciones favorables para su desempeño.
Sin duda, el tema que más preocupa a futuro es la política de fomento a la inversión privada, pues de no mejorarse todos los aspectos antes mencionados están destinadas a desaparecer o considerar un cambio de hogar.
En este sentido, la generación actual de jóvenes profesionales, en la que se incluye la autora del presente ensayo, tiene como tarea principal, a partir de ahora y, a futuro, mejorar las condiciones del actual escenario, desde el punto en el que se encuentre.





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